jueves, 26 de septiembre de 2013

Barro como material de construcción

Hace un par de semanas fui a un curso de barro en Rábade, a cargo del bioconstructor Guido Tomasini, y organizado por Custodia do Territorio. Aparte de embarrarnos un poco, aprendimos mucho sobre las cualidades de este material. Tan usado a lo largo de la historia, y tan devaluado actualmente. Se asocia a la pobreza y a la escasez de medios, ignorando sus cualidades y beneficios. Por ello quiero comentar algunos aquí.


Me parece muy importante su capacidad de regular la humedad del ambiente. Elimina el exceso de humedad que haya en nuestra vivienda, logrando tener casas más sanas y eliminando problemas respiratorios. ¿Os imagináis salir de una ducha bien caliente y que no haya vaho? 

Por otro lado neutraliza los olores: nuestra cocina y cuarto de baño lo agradecerán. No necesitaremos comprar ambientadores. Y nos olvidaremos de los ambientes recargados.

Posee una gran inercia térmica, con lo cual nuestra vivienda tardará más tiempo en enfriarse y en calentarse, permitiéndonos ahorrar energía.

Además es un material económico, con un bajo coste energético, reciclable, reutilizable y no tóxico.

Como material de construcción, podemos usar el barro mediante diferentes técnicas: tapial (muro de barro compactado), adobe (ladrillos de barro seco), o como relleno de estructuras hechas con madera. Pero sino queremos que nuestra vivienda esté construida íntegramente en barro, tenemos otras opciones. El barro como revestimiento interior, o incluso exterior, permite que disfrutemos de sus ventajas, sin las limitaciones que la construcción en tierra impone (edificaciones de no más de dos alturas, menor porcentaje de huecos...)

Visualmente podemos obtener diferentes acabados, texturas y colores. Se puede pintar y reparar fácilmente. Se aplica sobre cualquier soporte: ladrillo, piedra... 


¿Qué os parece?

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